El 5G continúa desplegando sus alas para extenderse hasta el último rincón del mundo. En España, donde la cobertura 5G alcanza al 82% de la población, y en países de América Latina se afanan en evitar un desarrollo digital a dos velocidades y ponen en marcha inversiones para llevar la conectividad de última generación a las zonas rurales. Mientras tanto, el 6G, que promete fusionar el mundo real y virtual, comienza a resonar.
Más potente, más rápida y con menor latencia. Estas son las tres características de la quinta generación de redes móviles en pleno desarrollo y despliegue en todo el mundo. La tecnología 5G estaba llamada a transformar industrias enteras con su velocidad de transmisión de datos, pero su implantación real está siendo paulatina.
Según la Global Mobile Suppliers Association (GSA, por sus siglas en inglés), el 5G alcanza ya a 172 países y atrae a más de 500 operadores con sus inversiones apenas cinco años después de su llegada al mercado, pero no está extendida igual por el territorio. Además, las ventas de equipos de telecomunicaciones para el despliegue de redes de quinta generación han disminuido en 2023, como recoge un informe de Counterpoint Research.
5G o la conectividad ultrarrápida
El 5G, la quinta generación de tecnología de comunicaciones móviles, es una evolución significativa de las redes inalámbricas que ofrece una conectividad más rápida, confiable y versátil que sus predecesores. Se basa en una infraestructura de red más avanzada, utiliza frecuencias más altas y emplea nuevas tecnologías para lograr velocidades de descarga de datos mucho más rápidas que el 4G, lo que permite una transmisión de información más eficiente y una menor latencia, algo esencial para aplicaciones en tiempo real.
Esta tecnología consigue también una mayor cantidad de dispositivos conectados y una mayor movilidad de transmisión y recepción, por ejemplo, para el rendimiento de los servicios basados en la nube o el ‘streaming’. Todas estas características garantizan un potencial impacto transformador en infinitud de industrias y aplicaciones.
- Salud. Permite la telesalud y la cirugía remota de alta precisión.
- Automoción. Respalda el desarrollo de vehículos autónomos y sistemas de transporte más seguros.
- Industria. Facilita la automatización y la gestión de la cadena de suministro.
- Tecnología. Impulsa la realidad virtual y aumentada, el ‘gaming’ en la nube y la transmisión de vídeo de alta calidad.
- Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). También se beneficia del 5G al permitir una mayor cantidad de dispositivos conectados de manera simultánea. Para 5G Americas, después de los teléfonos inteligentes, es en IoT donde continuará la adopción de esta tecnología de manera destacable.
- Ciudades inteligentes. Con una infraestructura de red más avanzada, lo que incluye la monitorización y el control en tiempo real de sistemas como el tráfico, la energía y la gestión de residuos.
La expectativa es que tenga también un impacto positivo en sectores como educación, agricultura y conectividad rural. A medida que el 5G se expande por el mundo, se esperan nuevos avances y aplicaciones mayores en el futuro. Las previsiones de GSMA Intelligence esperan duplicar las conexiones 5G en los próximos dos años, aceleradas por las innovaciones tecnológicas y los nuevos despliegues de redes 5G en más de 30 países solo en 2023.
A pesar de esas previsiones, los datos de la asociación de operadores mundial también indican que queda mucho camino por recorrer para un uso masivo. El pronóstico de la GSMA es alcanzar los 2.000 millones de conexiones 5G a finales de 2025. Por otro lado, los datos de Open Signal avalan un aumento de la velocidad de descarga media, pero este aumento es desigual y aún es insuficiente para cumplir todas las promesas de conectividad y transformación industrial.
5G: su estado actual y lo que viene
España lidera el despliegue en cobertura de fibra óptica hasta el hogar en la Unión Europea, con un 91% de alcance frente al 56% de la media regional. Los datos, recogidos por la OCDE, muestran que también está a la cabeza en la adopción de banda ancha ultrarrápida y el 99,9% de las áreas pobladas tiene cobertura 4G. Sin embargo, la expansión de las redes de quinta generación aún tiene margen de desarrollo.
El Ministerio de Economía reconoce que la cobertura 5G ya alcanza al 82% de la población, pero en el ámbito rural ronda el 50%. El reto es ampliar la conectividad en regiones donde la densidad de población es baja y los núcleos de población son pequeños y dispersos, además de una orografía más complicada que en los grandes núcleos urbanos. Por eso, el Gobierno ha lanzado un plan de ayudas públicas para el 5G rural, dotadas con un presupuesto de 544 millones de euros para desplegar los servicios en municipios de menos de 10.000 habitantes.
Es precisamente esta necesidad de inversiones para ampliar la cobertura y desarrollar las infraestructuras una de las principales razones esgrimidas por el sector de las telecomunicaciones para explicar el retraso de la adopción masiva del 5G. Otro de los motivos analizados es la caída generalizada en las ventas de teléfonos inteligentes, según datos de IDC.
‘Podcast’: Ya está aquí el 5G: la revolución de la hiperconectividad
00:0013:44
En el caso de Latinoamérica, Argentina, Chile, Perú y Uruguay están entre los países de la región que cuentan con cobertura comercial de redes 5G, de acuerdo con los datos de The Competitive Intelligence Unit. La firma de consultoría global explica que el despliegue de esta tecnología exhibe una brecha marcada por las diferencias de ingresos, el desarrollo económico, el estado de derecho y las condiciones regulatorias, además de los niveles de competitividad del mercado móvil.
A pesar del aumento de la cobertura, el 4G aún es la tecnología dominante en la región. Si bien la tasa de adopción de 5G actual es de alrededor del 1% del total de conexiones, se espera que crezca hasta el 11% para 2025, según el informe ‘La Economía Móvil Latinoamérica’ de GSMA.
¿Qué se sabe del 6G y cuándo llegará?
Con el 5G en despliegue ya se habla del 6G, un avance que traerá un mundo aún más conectado con distintas realidades (aumentada, virtual y mixta) interrelacionadas en cualquier pantalla, incluso sin conectarse a una red móvil. Eso sí, aunque las primeras noticias sobre esta generación aparecieron en 2020, se estima que habrá que esperar hasta 2030 para su comercialización, aunque muchas empresas y países ya han comenzado a planificar su llegada.
La sexta generación de tecnología de comunicaciones móviles podría incluir velocidades de datos aún más rápidas que su predecesora, una latencia aún más baja, una mayor capacidad para conectar dispositivos y una mayor eficiencia energética. Se prevé que utilice una tecnología de red amplia y sencilla, basada en la nube, dando como resultado una conexión a internet de velocidad récord y una latencia de microsegundos. El objetivo es la hiperconectividad.
Dada su capacidad para la conexión instantánea, se espera que el 6G respalde una amplia gama de aplicaciones innovadoras, como comunicaciones holográficas y transmisiones en tiempo real con alta definición, realidad aumentada avanzada, inteligencia artificial a gran escala y comunicaciones cuánticas.
Esta tecnología aún se está definiendo y se encuentra en una fase temporada de desarrollo y estandarización, pero lo que se proyecta que sea mucho más que una red de telecomunicaciones. La expectativa es que el 6G se convierta en una tecnología vertebradora de nuevas formas de interacción, tanto en entornos virtuales como en la conexión de lo virtual con lo real.
De la misma manera que ocurre en la actualidad con el despliegue del 5G, la implementación de la nueva generación llevará tiempo. Conseguir ese salto revolucionario en la conectividad requerirá una inversión aún significativa en investigación, desarrollo y despliegue de infraestructura.