Para bien o para mal, el futuro es hoy y los grandes estudios no quieren quedarse atrás. Según un reciente artículo de Reuters, The Walt Disney Company ha creado un grupo de trabajo cuya misión es estudiar la inteligencia artificial (IA) e indagar las maneras en que puede emplearse favorablemente a través de las distintas divisiones del conglomerado. Por ejemplo, para reducir los costes de producción en cine y televisión, de acuerdo a una fuente anónima, la cual defiende el uso de la IA y sostiene que la Casa del Ratón y demás empresas de medios “se arriesgan a la obsolescencia” si no exploran ya mismo aquella tecnología.
El reporte indica que Disney fundó este grupo de trabajo a principios de 2023, antes de la entrada en huelga de los guionistas y actores de Hollywood, quienes irónicamente exigen a los grandes estudios y plataformas de streaming poner límites al uso de la IA. En palabras de otras tres fuentes consultadas por Reuters, “este grupo se propone desarrollar aplicaciones de inteligencia artificial y asociarse con empresas startup”.
Se afirma que hay 11 ofertas de empleo vigentes por parte de Disney, destinadas a candidatos con experiencia en el ámbito de la inteligencia artificial y el subcampo del machine learning, que se enfoca en darle a las máquinas la capacidad de aprender sin necesidad de programación. Tales puestos de trabajo abarcan prácticamente todas las divisiones de la compañía, desde sus estudios de cine y televisión, hasta los parques temáticos y la rama publicitaria, la cual pretende crear un sistema de anuncios “de próxima generación” fundamentado en el uso de la IA.
Por otro lado, los testimonios recogidos por Reuters indican que para el negocio de los parques, la Casa del Ratón busca que la IA mejore la atención al cliente y genere nuevas formas de interacción. Un antiguo empleado de Walt Disney Imagineering comentó al medio que, algún día, el robot de Baby Groot que se fabricó como parte del Proyecto Kiwi —una iniciativa de Disney consistente en elaborar animatronics lo más reales posibles— será capaz de interactuar con los visitantes gracias al boom de la inteligencia artificial.
El anhelo de Disney respecto a emplear la IA en la fabricación de atracciones no es ninguna sorpresa, considerando que desde sus inicios, la compañía ha intentado hallarse siempre a la vanguardia de la tecnología. Tampoco es inaudito escuchar que la Casa del Ratón pretenda sacarle provecho en cuanto al control de gastos de producción fílmica y televisiva. A fin de cuentas, la marca viene de sufrir el trago amargo de películas con elevados presupuestos que quedaron muy cortas en taquilla, incluidas La sirenita e Indiana Jones y el dial del destino.
Ahora bien, queda por verse si esta nueva aproximación de Disney —con sus grupos de trabajo— asimismo contempla el establecimiento de regulaciones que eviten una sobreexplotación en la utilización de inteligencia artificial. Éste es el escenario de incertidumbre que (en parte) llevó al sindicato de actores y guionistas a alzarse en huelga, al ver amenazados sus empleos y sus justas retribuciones por culpa de un uso desmedido de IA.